Desde el útero materno el sonido nos acompaña a lo largo de nuestra vida. El ritmo del corazón de nuestra madre nos proporciona seguridad, lo hemos estado escuchado durante más de cinco meses. Y la voz –su voz–, además transmitirnos los sonidos que conforman nuestra lengua materna, tiene una influencia muy importante en la vinculación afectiva y la comunicación intrauterina, y durante nuestros primeros años de vida.
Las madres (acompañadas o no de su pareja) pueden disfrutar desde los primeros meses de gestación del acompañamiento de la música, ya que se abordan los aspectos psicológicos, emocionales, físicos y sociales que envuelven este momento.